enero 24, 2015

DERROTANDO LA RAÍZ DE AMARGURA

    ¿Alguna vez has escuchado o dicho alguna de estas frases? “¡No puedo hacerlo!” “¡Mi circunstancia no mejorará!” “¡Él/ella no cambiará!” “¡Ya perdí la cuenta de cuántas oportunidades he decidido  para que cambiar!” “Seguir esperando… ¿Y para qué?”

Salmista y Adorador: Wilver Santoyo

    En ocasiones, la sombra de la duda incrementa los pensamientos de incertidumbre e impaciencia y finalmente éstos sobrepasan a aquélla. ¿Qué tal si sientes que ya has soportado y esperado lo suficiente, y estás a punto de darte por vencida?

    “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Mas el justo vivirá por fe.” Hebreos 10:35-36

    Esos pensamientos de y días de  amargura  pudieran venir con frecuencia a tu mente y a tu vida, siendo más continuos en este mes en que comercialmente se celebra el amor y la amistad; te llenas de cuestionamientos y sientes que ya no tienes fe  de cambiar. O que tu pareja te mientes que  son cosas que te fusta

    Te pido que me acompañes por un viaje a redescubrir un amor que rompe cadenas. Los eslabones de la falta de fe, de la duda, desconfianza e impaciencia son rotos por el gran amor de Cristo que nos hace libres. Y al recibir nuestra identidad junto a Jesús, somos copartícipes de esta libertad que cubre multitud de faltas:

    Con respecto las cadenas de amargura, en el libro a los hebreos capítulo 12 versículo 14 y 15 dice: “Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos”. La amargura nace en nuestro interior por la falta de perdón o por la falta de fe para superar una situación determinada, es cuando nos dejamos arrastrar por las heridas o la desilusión. Si tienes recuerdos constantes de situaciones pasadas, como heridas emocionales, frustraciones, o si acostumbras a decir palabras pesimistas, es porque tienes una raíz de amargura. No podrás avanzar en la vida, no podrás alcanzar grandes cosas, no podrás dejar fluir las bendiciones, ni el poder del Espíritu Santo si dejas que la amargura esté presente en tu corazón. Hoy Dios te dice, renuncia a vivir amargado porque te ayudaré a superar los problemas para que vivas  libre y feliz.

     Pronunciemos juntos esta oración: Padre hoy decido renunciar a toda clase de amargura en mi corazón, perdono y dejo atrás las frustraciones, las heridas y la desilusión, para darle lugar a tu presencia en todas las áreas de mi corazón. Lléname con tu amor y con tu Espíritu Santo para poder mirar el futuro con fe y esperanza en el nombre de Jesús.

    Cristo es el reflejo del verdadero amor sacrificial, pues soportó la carga de nuestros pecados, por amor, por medio de Su gracia. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.” Juan 3:16

      Las promesas de Dios nos transforman de adentro hacia afuera de manera tal que podemos confiar en la providencia de Dios, pues ahí radica la verdadera seguridad, “Y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí.” Isaías 49:23

     Frente a cualquier circunstancia, lo esencial es que nuestra fe descanse en la Palabra escrita de Dios para que nuestro principal enfoque sea examinar el ejemplo de Cristo y Su llamado a que vivamos con un corazón confiado en lugar de dejarnos controlar por nuestras emociones, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2

     Abracemos la realidad de la gracia sin medida, el amor incondicional y la esperanza redentora por medio de Cristo para dar los primeros pasos fuera de la sombra de la incertidumbre e impaciencia.

     Identifiquemos aquellas circunstancias desencadenantes de duda, enojo e inquietud y los efectos destructivos que tienen sobre nuestras relaciones y la manera en que expresamos amor.

     Solo entonces viviremos más allá de las sombras de la duda por medio de Aquel que rompe toda cadena de amargura.

     Finalmente recordemos, “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…” 1ª Corintios 13:4-8

     ¿Cuáles circunstancias que desencadenan el pecado de la duda, incertidumbre o impaciencia están afectando tu relación con otros? ¿Por qué no le pides al Señor que rompa esas cadenas y descansas plenamente en Cristo? ¿Cómo puedes hacer cambios y mostrar  el amor de Cristo en tus relaciones?
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EL RIESGO DE AFANARNOS.

    Aprende a vivir sin estar turbado ni afanado. En quietud, el Señor te dará escrituras que te ayudarán a solucionar tus problemas


   Vivimos apresurados, afanados por muchas situaciones. Queremos hacer todo rápido, las mujeres quisieran tener a sus bebés en 3 meses, ¡qué bueno que la naturaleza se resiste a nuestro afán! Ya no te tomas el tiempo para vivir cada experiencia. Comes a prisa, duermes poco y ese estilo de vida genera estrés y ansiedad. 

En la quietud descubrimos soluciones

    Respecto a la capacidad de escuchar con calma, la Escritura nos dice en Eclesiastés 9:17-18: Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. 18. Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.

    Esto significa que debes aprender a escuchar tranquilamente al sabio. La sabiduría se transmite a quien escucha con atención. La quietud no significa inactividad. La palabra quietud en hebreo significa: “Estar quieto, callado, sin interrupciones”.

    Deseamos encontrar solución a nuestros problemas. Acudes a la iglesia a escuchar consejo, pero si no pones atención, si tienes la mente en otro lugar, no podrás escuchar ni aprender. Muchos acuden al jefe en busca de ayuda para solucionar un problema, pero no tienen calma para escucharle, incluso se adelantan a responder cuando la otra persona no ha terminado de hablar.  Esta actitud además de crear confusión incrementa el estrés y no contribuye a solucionar nada. Nunca debes sacar conclusiones apresuradas o poner en boca de otros alguna palabra que no han dicho.

    Aprende a escuchar. Tu actitud para escuchar debe ser calmada y apacible. Si estás ansioso y enojado no escuchas, solamente esperas algo que te provoque para reaccionar. Para poder escuchar y hablar es necesario encontrar primero la paz interior.

    Es importante también encontrar el momento oportuno para ser escuchado. A veces, cuando intento enseñar o dar instrucciones y veo que las personas a quienes me dirijo están distraídas, prefiero callar y esperar a que mis oyentes tengan una actitud receptiva.

El afán nos aleja de lo importante

    Cuando vivimos a prisa no disfrutamos nada. Sobre esto la Escritura nos dice en Lucas 10:38-41: Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.  Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.   Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.

    Marta estaba encargada del banquete para el Señor. Como nosotros, quería ofrecerle lo mejor a Él. Pero estaba muy afanada. Tanto que perdió el enfoque en lo que realmente era valioso.

    Algunos creen que la solución es no tener nada qué hacer. Pero están equivocados. No hacer nada es tan malo con hacer más de una tarea a la vez. No puedes hacer muchas cosas al mismo tiempo, y si lo intentas ninguna sale bien. Si le das a cada cosa su momento y su lugar  todo lo harás mejor. 

    El problema de Marta era que estaba haciendo una cosa pero pensaba en muchas otras y  eso la afanaba. La palabra afanada en el griego significa ansioso, preocupado.

    En Lucas 10:42 leemos lo que Jesús le responde: Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

    Cuando estudiamos Economía aprendemos sobre la pirámide de Maslow. Ésta nos indica que el hombre satisface sus necesidades primarias: comida, vestido y techo, hasta llegar a la autorrealización. Maslow se olvidó de la necesidad espiritual que debería ser la primera. Para este psicólogo la autorrealización se alcanza cuando, luego de satisfacer nuestras necesidades básicas, somos capaces de meditar y dedicarnos a cultivar nuestro espíritu, leyendo o escribiendo un libro y reflexionando. Quizá por eso la sociedad está de cabeza.  Lo mejor sería  primero meditar   para luego actuar y proveernos de lo necesario.

    Jesús dijo: “hay una sola cosa necesaria”. Si llenamos nuestra necesidad espiritual, si saciamos nuestra hambre y sed de Dios, el afán por lo demás empezará a desaparecer. La palabra de Dios nos da instrucciones, si las escuchamos y seguimos, el afán por el vivir desaparece, no nos turbará. Esto se aplica a todos por igual. No es necesario ser predicador para leer, creer y llenar nuestra necesidad con su palabra.

    Cuando vives por tu propio interés y no por el de los demás, terminas afanado y angustiado. Las personas egocéntricas manejan mucha ansiedad porque están concentradas en sus problemas y no piensan en el prójimo.

    El Señor no quiere que estés sin ocuparte, quiere que no te afanes mientras estás ocupado. El agotamiento no viene por el exceso de trabajo sino por el afán y el exceso de preocupación. Terminas agobiado y agotado por una actitud mental más que por una actividad física. 

Consecuencias negativas del afán

   Primero: El afanado habla mal de quienes no lo están. El adicto al trabajo se compara con los demás y se siente superior. Ahora se alaba el estrés porque se cree sinónimo de éxito. Pero es necesario encontrar un balance.

    Hay corporaciones que antes de contratar a un nuevo empleado le preguntan: ¿está dispuesto a trabajar duro, al punto de sacrificar a su familia si la empresa lo requiere? A las personas que responden positivamente no las contratan, porque saben que están contratando a alguien problemático, incapaz de manejar diferentes aspectos de su vida. En sus inicios, la compañía fabricante de autos Ford sólo contrataba personas casadas. Era como una familia que vivía pendiente de su trabajadores. Sabían encontrar personas que lograban balance en sus vidas y le daban lugar tanto al trabajo como a su vida personal.

    Segundo: El estresado siempre se victimiza. Es típico que las personas dedicadas a muchos quehaceres sientan que se aprovechan de ellas. 

    Marta criticó a su hermana. La versión de la Biblia al Día dice: “¿No crees que es injusto que mi hermana esté allí sentada mientras yo me mato trabajando?” Ella debió dejar de acusar, dejar la cena de lado y, al igual que María, se hubiera dedicado a escuchar a Jesús.  

    ¡Con esta actitud también acusaba al Señor! Es como si le dijera: “¿No crees que es injusto que sólo yo tenga que hacer la cena, por qué no le dices a mi hermana que me ayude? Es injusto que te escuchen a ti cuando hay mucho quehacer”. 

    Debes tener cuidado de no acusar al Señor por tu forma de administrar el tiempo. Muchos cansados y estresados terminan en el hospital. Algún amigo cristiano intentando ministrar al enfermo le dice: “El Señor te mandó a descansar”. ¡Cuidado con blasfemar! Dios no te envía enfermedad para castigarte o darte una lección. Es tu necedad la que te enferma. Si te enfermas por estrés no culpes al Señor, mejor aprende a escuchar su Palabra y no te afanarás.

Una cosa a la vez

    Enfócate en una cosa y la harás bien.  Si te afanas en muchas cosas a la vez, no lograrás terminar ninguna con éxito. Detente a disfrutar lo que vives.

    Si necesitas consejo para priorizar tus tareas, háblale al Señor. Él te dará paz.


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enero 23, 2015

¿CÓMO RENOVAR LA MENTE?

Permite que el Señor libere tu mente de todo lo malo y te ayude a pensar con Él.
Salmista Y Adorador: Wilver Santoyo

      Lucas 10:27 nos instruye: Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
 
    Hay que amar a Dios con todo, incluyendo la mente, es decir que nuestros pensamientos deben someterse a un proceso de renovación. Dios puede multiplicar los buenos pensamientos en bendiciones abundantes pero si a diario tenemos más pensamientos negativos que positivos, los resultados serán malos. Los pensamientos nos gobiernan, durante el día definitivamente dedicamos mucho tiempo a pensar, incluso más que a orar. Constantemente tomamos decisiones y si no sabemos cómo pensar, no obramos bien y lo que tenemos en mente nos estorba para recibir aquello que el Señor quiere darnos.  

    Salmo 139: 17  nos habla sobre los pensamientos de Dios: ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!

    Los pensamientos de Dios son preciosos, es decir, tienen un precio muy alto. Además, son muchos. La Palabra dice que debemos tener la mente como la de Cristo, con muchos pensamientos valiosos.

    Salmo 139: 18 culmina con la gran promesa: Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo. 

   Dios multiplica lo que piensas, por eso debes pensar cosas buenas. Si piensas en lo malo, eso es lo que el Señor multiplicará. Cuando ministro a la gente, veo que los malos entendidos se originan de malos pensamientos y éstos provocan divisiones que se reproducen  al infinito.  Los conflictos, el desánimo, rencor y enfermedad se multiplican a consecuencia de un mal pensamiento.  La mente del ser humano asume lo malo muy rápidamente y debería cambiar hacia lo bueno que también puede multiplicarse en cosas positivas. 

Cómo renovar  nuestro entendimiento

    Imaginemos que nos falla la computadora con la que trabajamos. Si tenemos suerte, podemos darle mantenimiento y reinstalarle los programas, pero si ya está muy desgastada, habrá que cambiarla.  En cualquier caso, es necesario borrar lo que tiene en el disco duro y renovar el contenido. Cuando aprendí computación,  no existía el Windows de Microsoft sino que el sistema operativo era DOS.  Si por equivocación se le tecleaban dos comandos contrarios, la máquina se trababa y era necesario reiniciar todo.  La ambigüedad confunde. 

    Muchas veces nos levantamos optimistas y llenos de energía, con deseos de hacer todo bien en el señor, pero luego, durante el desayuno, leemos las noticias y empezamos a contaminar nuestra mente. Al escuchar al mundo, alimentas tu pensamiento con cosas que compiten  con lo que Dios quiere que pienses, entonces, se inicia un conflicto en la toma de decisiones. A todos nos pasa aunque no es recomendable. Debes ser renovado en el entendimiento, la mente y los pensamientos. Hay que borrar todo y empezar de nuevo, enfocándonos en lo bueno y positivo. 

    Romanos 12: 1-3 aconseja: Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

    No conformarse con este siglo significa que no debemos quedarnos con los pensamientos mundanos e imitar lo malo. Es verdad que enfrentamos una crisis pero tu mente debe enfocarse en lo bueno y las oportunidades de superación.  Cambia tu mentalidad aunque eso te haga parecer diferente a los demás. Lo peor que puede pasar es que te llamen loco, pero si es por tener buenos pensamientos, sería maravilloso. La Palabra dice que el evangelio es locura, así que bienvenido al mundo extraordinario del Señor que hace lo imposible. Las obras de fe que puedas emprender son producto del pensamiento renovado que tengas. 

Convertirse en un hombre nuevo

    Romanos 7:15-21 dice: Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 

    Antes de conocer al Señor Jesucristo, nuestra naturaleza era mala y corrupta pero luego cambiamos.  A veces podemos sentirnos desorientados porque queremos el bien pero no lo hacemos. Cuando das una instrucción ambigua, quien debe ejecutarla se detiene y te pide que seas más claro. Nos sucede igual, cuando nuestros pensamientos y acciones son contrarios, nos estancamos. Hay momentos cuando vemos que todo se detiene, sentimos que nuestra vida no avanza, la célula no crece y los negocios no prosperan. Esto sucede porque tenemos pensamientos contradictorios que nos detienen. Para poder avanzar y sentir que todo fluye hacia buen puerto, renueva tu pensamiento y aléjate del pecado. 

    Deléitate en la alabanza y en la Palabra pero especialmente ponla en práctica desde tus pensamientos. 

    Romanos 7: 22-23 continúa hablando sobre nuestra inclinación al pecado: Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

    Ponle un alto a la vieja naturaleza. Elimina  al viejo hombre y renuévate, desecha todo lo que te ate al pecado. Al iniciar un nuevo año o un nuevo período, tenemos metas, propósitos y anhelos.  Piensas en perder peso pero tienes en mente los chicharrones que  almorzarás. Esa guerra de pensamientos es la que no te deja convertirte en una persona nueva. La misma ambigüedad se manifiesta cuando luchamos entre el pecado y santidad o cuando nos debatimos entre la fe en las Promesas o el pesimismo del mundo. Si Dios te dice que prosperarás y te bendecirá, créelo y llena tu mente con ese pensamiento aunque  las circunstancia te digan que todo irá mal.

    Los pensamientos compiten y debes darle la victoria a todo lo bueno y santo. Empieza un proceso de renovación de tu mente para liberarte de esa vieja naturaleza del pecado que te ata y te estanca en un lugar. 

Jesús, nuestro libertador

    Romanos 7: 24-25 nos revela a quien puede liberarnos: ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. 

    Jesús puede liberarte del viejo hombre y darte una nueva naturaleza que busque Su voluntad.  Este es el año de la renovación de tu mente y la multiplicación de los buenos pensamientos que el Señor tiene sobre ti. Empieza a pensar bien y obtendrás resultados positivos. Decide ser libre de la vieja naturaleza que te lleva al pecado y te obliga a tomar decisiones en la carne y no en el espíritu. En Cristo Jesús, libérate de ese vicio que te esclaviza, sé libre de esa enfermedad que te aqueja porque por Su llaga somos sanos.

Paz y vida en abundancia

    Romanos 8:5-10  Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 

    Debemos caminar hacia a Dios, agradándole con cada paso que damos.  Todos queremos vida y paz, para alcanzarlas debemos ejercitar nuestro pensamiento y tener la mente de Cristo. Busca pensar como Él. Ejercita la autoridad que Dios te dio cuando lo aceptaste como Señor y Salvador. 

    Para evaluar tu mente, escribe por lo menos cinco pensamientos positivos sobre ti, sobre tu cónyuge, tu familia y trabajo; si no eres capaz de hacerlo, es momento de hacer un alto en el camino y renovarte. Tus buenos pensamientos deben tener siempre el primer lugar. Antes que el temor y la amargura deben estar la paz, el gozo y la alegría.  

   Haz un pacto con Dios y contigo mismo, saca todo lo malo,  desecha la información que no sirve. Borra tu disco duro, límpialo y empieza a alimentarlo de las Promesas y la Palabra.  Piensa las cosas correctas y buenas que agradan al Señor, llénate de pensamientos de fe y bendición.   Declara que tu mente será libre y te renovarás a través de un proceso que te llevará de la vida natural en el pecado a la vida sobrenatural de la santidad.  Todo lo que estorbe será quitado y en tu mente quedarán sólo pensamientos  que edifiquen tu vida. Piensa y actúa como hijo del Padre que todo lo puede.


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UN POCO DE MI HISTORIA



  La narración de hoy, aunque obviamente concebida en el corazón de alguien más que captada de la realidad de los hechos a su alrededor, no deja de tener múltiples enseñanzas y aplicaciones.  Y es que esta narración nos da un atisbo a lo que la Palabra de Dios describe claramente como nuestro destino eterno.  Pero también afirma lo que Dios mismo nos dice en Su Palabra: que el siempre está con nosotros hasta el fin… que nunca nos dejará ni nos desamparará… ¡sin importar cuán difíciles se vean las circunstancias!





Con mis primos en la casa de mi abuela.
Wilmer Santoyo y Wilver Santoyo
Wilmer Santoyo y Wilver Santoyo
Acompañando a mi primo Nelson (Wilmer y Wilver)

Mi abuelo bailando con mi tia Miverva Curbata
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NO MENOSPRECIES TU CAMINO

Demuestra buena actitud ante las dificultades porque tu destino es de bien, aunque el proceso sea difícil. 

La Palabra nos habla de David cuando aún no era rey de Israel y huyó a una cueva donde se convirtió en jefe de un grupo de perseguidos, endeudados y amargados. ¡Imagina qué maravilloso panorama para un hombre a quien se le había profetizado gobernar un reino! Ante esa circunstancia poco alentadora, David pudo desmotivarse y renegar diciendo: ¡Esto no es un castillo y estas personas no son el séquito que esperaba! Sin embargo, no lo hizo porque la promesa era que sustituiría a Saúl y puso su mirada en ese objetivo dado por Dios, sin importar lo que sus ojos veían en ese momento. Muchas veces nos sucede igual cuando nos sentimos como en una cueva oscura pero debemos sobreponernos y confiar en Dios.



La historia del nacimiento de Jesús nos muestra otra situación adversa que no fue un límite porque la promesa era más grande que la realidad de ese momento. Ahora no hablamos de un rey terrenal como David, sino del Rey Celestial quien tuvo que superar circunstancias adversas desde su nacimiento en un pesebre. Fue difícil, pero ese no era el destino para Jesús, sin embargo, debió afrontarlo. Si Él fue capaz de hacerlo, ¿porqué nosotros a veces nos quejamos tanto cuando debemos enfrentar adversidades?

No había una cuna de oro esperando a Jesús y tampoco había un trono esperando a David, pero ambos estaban convencidos de que esas circunstancias adversas eran pasajeras ya que el objetivo principal era glorioso. No hagas de tu principio el final anticipado, no seas fatalista, aprende a diferenciar el camino del destino y aprécialo para que te ayude a formar el carácter de un vencedor. Si te graduaste con honores de mercadólogo y te ofrecen un puesto como vendedor, acéptalo y esfuérzate, aunque creas que estás preparado para asumir una gerencia porque todo implica un proceso y debes probar que tienes el carácter para asumir los retos.

Las dificultades son inevitables y debemos superarlas. Jesús nació en un pesebre, pero no se quedó allí. Tú debes decir convencido: “No me quedaré en la circunstancia difícil, Dios me sacará de esto si demuestro que tengo buena actitud”. Afronta las dificultades con optimismo y fe. Hacerlo forma tu carácter para que disfrutes de la bendición en el momento que la recibas.

Tus metas y las promesas del Señor deben estar por encima de lo negativo que puedas vivir en este momento, no te distraigas, concéntrate en lo bueno para que lo malo pase rápido. Lo importante no es dónde nacimos sino lo que hacemos con nuestra vida y lo que logramos antes de morir. Algunos dicen: “Yo no pedí nacer, ¿porqué nací?” ¡No reniegues más! Estás vivo y debes hacer algo bueno con ese regalo que Dios te dio. Deja de blasfemar porque sufriste la pérdida de un ser querido, porque has sido víctima de la violencia, te han robado o mentido. Aprendamos a superar la adversidad con la actitud correcta, convencidos de que estamos pasando por el pesebre para llegar al trono.

Si quieres que las gracias de Dios te acompañen debes crecer, fortalecer tu espíritu y tu cuerpo, tal como Jesús lo hizo en el desierto, donde ayunó y superó la tentación. Ese fue otro paso más en el proceso, pero tampoco era su destino.

Luego, Jesús tuvo que afrontar una nueva situación difícil cuando el pueblo escogió que liberaran a Barrabás y no a Él. Seguramente el sentimiento de rechazo fue terrible luego de haberles hecho tanto bien y que ellos ¡prefirieran liberar a un asesino! ¿Dónde estaban los 10 leprosos, la mujer a quien salvó de morir apedreada y tantos otros? Todos tuvieron miedo, pero era parte del plan divino. Satanás deseaba que el corazón de Jesús se llenara de amargura porque de esa forma hubiera pecado, el proyecto de salvación se echaría a perder y no hubiera sido promovido a la derecha del Padre, pero Él no cayó en la tentación. Incluso clavado en la cruz, dijo al Padre: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”. ¡Ese es nuestro líder y debemos imitarlo! Satanás tratará de impedir que crezcas como buen cristiano y buscará que tu corazón se llene de rencor porque alguien te rechazó, pero no lo permitas. Sin importar lo que suceda, pídele fortaleza a Dios para superar el rechazo y el dolor.

No te quejes de los problemas, alaba al Señor y pon tu mirada en Él. Cuando pases tiempos difíciles, piensa con fe: “Este no es mi destino, es sólo el camino y el Señor me ayudará”. Las cosas desagradables suceden aunque seamos buenos, Jesús no había hecho nada malo para merecer un sufrimiento como el que padeció, sin embargo lo soportó porque la promesa era más grande que la dificultad.

No tengo explicación para el proceso que estás viviendo, pero puedo decirte que la actitud correcta es la que te ayudará a obtener buenos resultados. El pesebre, la cueva o el desierto no son nada frente a Sus promesas ya que serás puesto en el lugar que te ha preparado. Confía en la fortaleza que te dará, aprovecha el camino que ha puesto frente a ti y que te llevará a cumplir tu destino.

 1 Samuel 22:1-2 relata: Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.


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enero 22, 2015

BUSCANDO SU VOLUNTAD

El Señor tiene planes de bien para tu vida. Demuéstrale con tu obediencia y fidelidad que eres digno de conocerlos y cumplirlos.

Adorador y Salmista: Wilver Santoyo

   Nuestra vida necesita enseñanzas además de vivencias y recurrimos a Dios por ambas cosas. Hay  un tiempo para aprender y otro para experimentar.  Dios te expone a enseñanzas que te preparan para lo que viene. Todo lo que nos enseña es aplicable a nuestras vidas.  Estudia Su palabra para poder tomar decisiones y ser un alma próspera que pone en práctica, hace y vive lo que aprende. 

Conocer el reino y hacer Su voluntad


Mateo 6:9-12  aconseja: Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra

    Debemos pedirle que nos enseñe a orar y también que nos revele  Su reino. Siempre pedimos muchas cosas, que nos bendiga, prospere y sane pero también debemos pedir que nos muestre cómo el reino y sus leyes funcionan en nosotros. Algunas de estas leyes son: sembrar para cosechar, perdonar para recibir perdón y que todo obra a bien para los que aman al Señor. Hay que pedir el reino, conocerlo y asegurarnos de tener un lugar en allí.   Sería triste que llegues ante la presencia de Dios y sientas que tu vida nunca cambió porque no te interesó alcanzar el reino que tenía para ti. El Señor siempre ha dado instrucciones para disfrutar del reino, desde el génesis podemos ver cómo le enseñó a Adán. 

    Entonces es importante pedir que el reino del Padre venga a nosotros y funcione para nuestro bien. Luego, es necesario que le dejemos hacer Su voluntad y para esto debemos permitir que la nuestra se someta en obediencia.  Nunca olvides que la voluntad de Dios debe prevalecer sobre la tuya, aunque te parezca difícil. Dejar que se haga Su voluntad es esperar Su tiempo y permitir que todo se haga a Su manera, no a la nuestra.


    Hay personas que me piden orar por familiares enfermos y me dice que están dispuestos a que Dios haga Su voluntad, como resignados a que la persona muera, sin pensar que la voluntad de Dios sobre la enfermedad es  ser sanos. Fue tan caro ser curados por las llagas de Cristo que definitivamente no quiere vernos enfermos. Elimina el argumento de que alguna enfermedad es enviada por Dios.  


  Es satisfactorio ver que alguien se supera y crece  practicando la Palabra, pero esto solamente se logra si te interesas por leerla y estudiarla. Cierta vez hablé con un muchacho que quiso suicidarse. Creció en un barrio muy pobre y había sufrido mucho, entonces le hablé viéndole a los ojos y le dije que sí era posible cambiar y ser feliz. A partir de ese momento tomó la decisión de vivir y superarse entregándole su existencia a la voluntad del Padre. 

   Dios te conoce, sabe de dónde vienes, lo que has pasado y qué te sucederá. Tiene un plan para tu vida, tal vez no el que quieres pero sí el que te conviene.  Así que busca Su reino y permite que haga Su voluntad en tu vida. 

    Todos tenemos voluntad y nos guiamos por ella.  Lo que somos, hacemos, decimos y escogemos depende de nuestra voluntad. Te vistes, comes y actúas utilizando tu capacidad de decisión. Dios te diseñó así porque desea que le escojas libremente. Él tiene una voluntad de bien, agradable y perfecta para ti pero espera que lo busques para dártela.  Te revelará Sus planes cuando reconozcas que  es lo mejor, dobles tus rodillas y se lo pidas. 

    En el reino hay un plan para cada uno, déjate guiar y descúbrelo para que se cumpla.  En tu trabajo sucede de la misma forma, debes tener muy claro lo que esperan de ti y cuáles son las metas que debes alcanzar para que desarrolles una estrategia y te esfuerces por lograrlo. Sin planes no se sabe hacia dónde debemos llegar. Dios sabe lo que espera de ti y puede decírtelo para que lo cumplas. 

    El plan de salvación del Señor es para ti. Sería terrible que lo ignores y peor aún que lo conozcas y no te esfuerces por alcanzarlo. Los planes de Dios para tu vida son importantes porque de ellos depende tu familia, tu trabajo y  todo lo que te rodea; no son individuales y no te afectarán solamente a ti.  Jesucristo puso en práctica la voluntad del Padre y todos fuimos salvos, su obediencia no repercutió sólo en Él y Sus discípulos, sino en la humanidad entera. Lo mismo sucede ahora, tu salvación influye en la vida de muchos. 

Sacrificio que trae recompensa

   hebreos 10: 7-12 dice: Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, El sacrificio de Jesús en la cruz tuvo recompensas: está sentado a la diestra de Dios Padre, Sus enemigos fueron puestos a Sus pies, tiene poderío sobre ellos, salió victorioso y resucitó. La obediencia fue difícil y lo llevó a la muerte pero estuvo dispuesto a cumplir la voluntad del Padre.  Imitarlo requiere sacrificios que no son agradables. Esa es la razón por la que muchas veces no le pedimos que se haga Su voluntad, pero sin sacrifico no hay recompensa.

    Cuando Dios demanda sacrifico es señal de que viene algo mejor.  Mejor y así fue. 

    Mateo 26:39 recuerda las palabras de Jesús: Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

    Dios busca personas obedientes a quien pueda mostrar Su voluntad. Quiere hombres y mujeres a los que pueda elogiar como a David  que era hombre conforme a Su corazón porque haría lo que le pidiera. Tu voluntad es importante, fórmala y edúcala, pero nunca la antepongas a la de Dios. Sólo tú puedes descubrir lo que Él quiere y tiene para ti. Te lo revelará directamente, a nadie más, solamente así confirmarás tu fe y seguirás creyendo.  

    solamente Dios puede revelarnos lo que hay planificado para cada uno. Busca Su voluntad en la Palabra, léela y vívela, sólo así podrás prepararte para el  presente y el futuro. Lo que allí está escrito es para todos, pero hay una voluntad que es sólo tuya, para que te la revele debes buscarla, encontrarla y estar dispuesto a sacrificarte por alcanzarla.

Prepárate para hacer Su voluntad

    Romanos 12:2 nos dice: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

   Cuando eres capaz de dominarte y obrar bien según Sus preceptos, demuestras que te interesa conocer Su voluntad. Si te ofrecen un negocio ilícito y te niegas porque sabes que haciéndolo ofenderás a Dios, estás listo para recibir lo que tiene para ti. Hay gente que no tiene más dinero porque no vende sus principios y valores. Actuar correctamente y no conforme al mundo, tiene recompensas. 

   Hay planes de Dios para ti, búscalos, dobla tus rodillas y pídele que te los muestre y te oriente para hacer lo que debes. Él te revelará Su voluntad aunque las debilidades te hagan vulnerable, así que debes sacrificarte, no temas porque te sostendrá y dará fortaleza.  Hay cosas que no comprenderás pero con fe debes obedecer.  Busca Su voluntad para tu familia, tal como María lo hizo con Jesús. Ella no comprendía todo y sabía que tendría dificultades, pero obedeció y estuvo dispuesta a someterse a los designios del Señor. 

   Nada es casualidad, todo obrará a bien, no busques más razones y justificaciones para lo que sucede en tu vida, tómate de Su mano y persiste en Sus caminos. Hay una voluntad divina y una respuesta para cada circunstancia, no dejes que tu fe se debilite, al terminar el proceso serán una persona nueva que alcanzará la voluntad del Señor. 


Predica: Buscando su Voluntad

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enero 21, 2015

UN AÑO DE TU TRISTE PARTIDA.


UN AÑO DE TU TRISTE PARTIDA AMIGO JESUS TONITO.
  


     Vive cada instante de tu vida, con intensidad, con amor, sin razón ni medida, solamente vive a plenitud cada momento que la vida te ofrece. Si te pone pruebas, supéralas, es un reto, pero disfruta al superarlas y alcanza tus metas sin miedo, sin rendirte. Porque el fuerte lucha jamás se rinde. Si tropiezas y caes, levántate no te des por vencido antes de empezar, y si volvieras a tropezar y de nuevo caer, levántate con más ímpetu y mas fuerzas de luchar que antes, No hay obstáculos que no se puedan vencer. Hazte grande ante la adversidad, superarlo está en ti. No te afanes a lo material, es necesario, pero no imprescindible. Vive con humildad esto, te hará grande ante los demás Da todo cuanto puedas sin esperar nada a cambio, pero hazlo que salga de tu corazón, nada impuesto es bueno. La vida te sabrá recompensar. Vive con sencillez no hagas alarde de lo que eres o posees, has sido bendecido por Dios al obtenerlo. No hagas leña del árbol caído. Ten presente que en algún momento de la vida, tal vez hayas estado o puedes estar en las mismas condiciones. No permitas en tu vida, la mediocridad, ni la hipocresía, son sentimientos vanos y bajos, que solo conllevan a la tristeza, la amargura y la soledad. Aleja de ti los malos pensamientos, la rabia, la venganza, la envidia, la soberbia y la mentira, corroen tu alma y dañan tu corazón. Abre tu corazón al amor y al perdón, esto te hará libre y dejará fluir la nobleza que habita en él. “Vive a plenitud cada instante de tu vida, sin tener presente el ayer, sin pensar en el mañana, solo vive hoy cada momento que la vida te regala” “Porque la Vida es Bella, y Vale la Pena Vivirla” Aquellos que no tienen la esperanza de una vida después de la muerte, están muertos aun para esta vida. Solo Dios nos regala una segunda oportunidad. Solo cree. Todo es Posible. “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos” Hechos 16:31. Un año de tu partida hermano.Parece mentira tu partida. Solo Dios conoce porque sucede las cosas. Estamos sujeta a su perfecta Voluntad. aunque nos cueste aceptarla.












 


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MI HISTORIA

PREPARARSE ESPIRITUALMENTE

¿Qué significa la gracia para usted? ¿De qué manera le ha ayudado a cambiar su vida el hecho de sentir el poder de Jesucristo? ¿Qué saben las jóvenes en cuanto a la gracia? ¿De qué forma puede ayudarles a comprender el poder de la gracia en la vida de ellas?

¿QUE ES LA GRACIA DE DIOS?

La gracia es la ayuda divina y la fortaleza que recibimos por medio de la expiación de Jesucristo. Por medio de la gracia somos salvos del pecado y de la muerte. Además, la gracia es un poder que nos fortalece día a día y nos ayuda a perseverar hasta el fin. Se requiere esfuerzo de nuestra parte para recibir la plenitud de la gracia del Señor.

ENSEÑAR A LA MANERA DEL SALVADOR

Para enseñar a los que lo seguían, el Salvador les ayudó a ver ejemplos de Sus enseñanzas en la vida cotidiana. Él compartió relatos, parábolas y ejemplos sencillos de la vida real que tuviesen sentido para ellos. ¿De qué manera puede utilizar algunos ejemplos para enseñar a las jóvenes en cuanto a la gracia y cómo actúa la gracia en la vida de ellas?

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