febrero 14, 2015

LA BONDAD DE DIOS: EL FUNDAMENTO DE LA FE

     "Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes."
(Salmos 27:13)
Salmista y Adorador: Wilver Santoyo
      "Predica la bondad de Dios y no temas lo que diga la gente".

     Cuando me puse a escudriñar lo que la Bilbia dice acerca de la bondad de Dios, me di cuenta de que es un tema que va de Génesis a Apocalipsis. ¿Por qué cree usted que la Biblia pone tanto énfasis en el simple hecho de que Dios es bueno?

     Porque es el fundamento de nuestra fe en Él.

    Cuánto más conozcamos la bondad de Dios, más confiaremos en Él. Cuanto más confiemos en Dios, más fácil será poner nuestra vida en sus manos. Solo si ponemos nuestra vida en las manos de Dios podremos abrirle el camino para que nos salve, nos bendiga y nos use como sus instrumentos, para que su maravillosa voluntad sea hecha en la tierra, como lo es en el cielo.
 
    Para la persona era más fácil para las personas confiar en Dios una vez que creían en su bondad, y esa confianza les inspiraba a abrir sus corazones a su poder sanador. Cuando leyeron en la Palabra que al Padre le había placido darles el reino (Lucas 12:32) y que Él "no quitará el bien a los que andan en integridad" (Salmos 84:11), se dieron cuenta de que Dios estaba con ellos, no contra ellos. Comprendieron la verdad de que Él no estaba ocultándoles nada, de que no estaba quitándoles la sanidad, sino que estaba tratando de ayudarles, porque a Él le agrada hacer el bien. Estaba tratando de ayudarles. Al entender esto, pudieron tranquilizarse y recibir por la fe lo que necesitaban de Él.

  Es mi oración que usted tenga la misma ex periencia.

     Hasta que usted no deje por sentado que Dios es bueno y que hasta puede confiarle su vida, su fe nunca será grande porque siempre se echará atrás movido por el temor. Siempre estará pensando: ¿Y si no cumple lo que dice? ¿Y si no está escuchándome? ¿Y si me pide que haga alguna cosa que no sea conveniente para mí?

     Una vez que su corazón conozca la bondad de Dios, usted confiará plenamente en que Él nunca le causará daño, nunca le abandonará ni le desilusionará. Siempre y cuando usted le siga, Él estará siempre a su lado: amándole, ayudándole y bendiciéndole.

Dios no está confundido

      La religión tradicional se ha encargado de que la gente no tenga confianza en la bondad de Dios. La religión enseña que a Dios un día puede ocurrírsele que usted se enferme o que empobrezca.

    Pero eso no es lo que enseña la Palabra escrita de Dios. Él no está confundido en cuanto al bien y el mal. Él sabe lo que significan la bendición y la maldición, y es el mismo significado que tienen para nosotros (porque hemos aprendido de Él).

     En Deuteronomio 28 podrá leer las bendiciones y las maldiciones que Dios da al pueblo de Israel. En los versículos 11 al 13 Él resume las bendiciones:

    Jehová te hará sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá Jehová por cabeza y no por cola; estarás encima solamente, nunca debajo, si obedeces los mandamientos de Jehová, tu Dios, que yo te ordeno hoy; si los guardas y cumples.

       Es obvio que Dios sabe lo que es bueno y lo que no es bueno para nosotros. Él sabe que es bueno que tengamos más que suficientes provisiones naturales en la vida. Sabe que si sembramos, es bueno que recojamos una gran cosecha. Sabe que si tenemos ganado, es bueno que se multiplique. Sabe que es bueno que nuestros hijos sean bendecidos y que todos estemos con buena salud.

       Por otro lado, Dios sabe que no es bueno que estemos enfermos, oprimidos o temerosos, o que seamos pobres.

     Es más, la palabra hebrea "shalom" que el Señor menciona tantas veces para bendecir a su pueblo, significa estar completo en espíritu, alma y cuerpo. Significa que no nos falta nada, que no hay nada dañado. Dios sabe que así es como deberían estar las cosas, y así es como Él las quiere; no solo para algunos cuantos de sus hijos, sino para todos. Como dice el Salmo 145:9: Bueno es Jehová para con todos.

El secreto del valor de David
      Cuando pienso en alguien de la Biblia que de veras conoció la bondad de Dios, siempre me viene a la mente David. Dios dijo que él era "un hombre conforme a su corazón" (1 Samuel 13:14; Hechos 13:22). En su juvenud, cuando cuidaba del rebaño en las colinas de Israel, David tenía comunión con Dios y había llegado a conocerle íntimamente. Él se dio cuenta de que Dios era amoroso, paciente y bondadoso. David sabía que Dios cuidaría de él, supliría lo que necesitara y lo libraría del peligro.

       Esas experiencias inspiraron a David a escribir el Samo 23. Este salmo nos da un gran entendimiento de la bondad de Dios. Quizá usted lo haya recitado muchas veces. Quizá haya pensado que habla del cuidado de Dios por nosotros en el cielo. Pero en realidad este salmo nos revela lo que Dios quiere hacer por nosotros aquí en la tierra: el valle de sombra de muerte, donde está el diablo, nuestro enemigo.

     Teniendo presente esto, lea el Salmo 23 y deje que le hable a su corazón de una manera nueva acerca de la bondad y el cuidado que Dios quiere mostrarle:

    Jehová es mi pastor [que me alimenta, me guía y me protege], nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará [y restaurará] mi alma [mi vida]. Me guiará por sendas de justicia [para ser recto y justo ante Él, no por mis obras, sino] por amor de su nombre. Aunque ande en valle [oscuro y profundo] de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara [para proteger] y tu cayado [para guiar] me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando [desbordándose]. Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová [y en su presencia] moraré por largos días.

     Cuanto más llegue usted a entender estas verdades, más podrá confiar en Dios en toda situación de la vida. Su confianza en Él le dará valor ante la timidez de otros.

       Así fue la experiencia de David. La revelación del Salmo 23 lo llenó de confianza en Dios. Le infundió ánimo y valor en situaciones de peligro. En una ocasión, cuando un león atacó las ovejas, David no salió corriendo, sino que se enfrentó al león y lo mató con sus propias manos. Lo mismo hizo cuando apareció un oso.

       Años después en su vida, cuando ninguno en Israel quería enfrentarse a Goliat, David fue el único que se animó a pelear contra él. ¿De dónde se armó David de valor? Él lo revela en 1 Samuel 17:37, donde dice: "Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo".

       David no solo sabía de la bondad de Dios, sino también la había experimentado en su propia vida. Había visto las victorias que la bondad de Dios le había dado, y el solo pensar en eso le daba valor y ánimo.

     Nosotros también podemos ser como David. Cuando más conozcamos la bondad de Dios y cómo opera en nuestra vida, más victorias tendremos para recordar. Cuantas más victorias podamos recordar, más difícil será para el diablo asustarnos y amedrentarnos. Recordaremos la victoria sobre el león y el oso de nuestra vida, y diremos: Qué bien. Hasta aquí me ha traído Dios, y sé que no va a defraudarme.

¡Vea lo que el Señor ha hecho!
    He pensado en eso no sé cuántas veces en los últimos treinta y cinco años. Cuando oí por primera vez acerca de la bondad de Dios mi vida era un desorden. A menudo me preguntaba: ¿Qué habría sido de mí "si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes"?

  Cuanto más conozco la bondad de Dios, más convencido quedo de que Él quiere que todos, sin excepción, le entreguemos nuestra vida para que pueda derramar abundantemente y sin reservas sus bendiciones en nosotros. Su deseo es que seamos tan bendecidos que a dondequiera que volvamos la mirada, podamos ver su bondad. Que toda vez que lleguemos a la casa, digamos: "¡Vieran lo que el Señor ha hecho!" Toda vez que nos montemos en el automóvil, digamos: "Gracias, Señor, por este medio de transporte".

Dios desea que nos sintamos tan bien cuando nos levantemos por la mañana que no podamos evitar el dar gracias por un cuerpo sano que funciona siempre bien y se siente bien.

Siempre que veamos a nuestros hijos y la paz que hay en ellos, alabemos al Señor. El deseo de Dios es que a todo lado que miremos, podamos ver su bondad.

Note que estoy usando el pronombre "nosotros". No soy solo yo. Dios quiere también bendecirle a usted en todo aspecto de su vida. Él quiere bendecirle espiritual, física y económicamente. Quiere bendecirle en su relación con los demás, en su profesión y en su trabajo. Él quiere darle los deseos de su corazón.

Sé que eso parece mentira, pero no es ninguna sorpresa. Si nos pusiéramos a ver las cosas así, Cristo mismo parecería mentira. El hecho de que Dios lo envió para que pagara por nuestros pecados, y el hecho de que murió para hacer posible que vivamos por la fe en Él: son cosas que parecen mentira. Sin embargo, son ciertas. Romanos 8:32 dice: "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?"

¿Dónde estará usted el próximo año?
Si usted aún tiene dudas, permítame hacerle una pregunta: ¿dónde estará usted para este tiempo el próximo año si no empieza a creer que verá la bondad del Señor en la tierra de los que viven?

Pues, estará donde está ahora mismo. Las cosas no estarán mejor en su vida. Es más, quizá estén peor porque el diablo no tendrá estorbos para robar, matar y destruir.

Pero si usted empieza a considerar lo que la Biblia dice de la bondad de Dios y se atreve a creerle, las cosas empezarán a cambiar de una manera maravillosa. Su vida empezará a mejorar. Dentro de un año no solo verá esa bondad en las páginas de la Biblia, sino en todas las circunstancias de su vida diaria.

¡Eso es lo que yo llamo vivir!
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febrero 09, 2015

LA FIDELIDAD DE DIOS

Descubriendo Su Fidelidad
    
     La fidelidad de Dios es verdadera y ha sido demostrada muchas veces. En las Sagradas Escrituras podemos ver que Dios es fiel y que Su Palabra es verdadera. Hebreos 6:18 dice que Dios no puede mentir, ni tampoco puede romper una promesa incondicional que dice que cumplirá. Cada pacto que hace es mantenido. Cada promesa o profecía se ha cumplido o se cumplirá. Por toda la Biblia ciertamente encontramos testimonio tras testimonio de la fidelidad de Dios y todavía hoy la encontramos en los testimonios de personas.
 
ADORADOR Y SALMISTA: WILVER SANTOYO

    De hecho, podemos encontrar historias de pactos entre Dios y Su pueblo aproximadamente 277 veces en la Biblia. Deuteronomio 7:9 dice "Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones."

Fidelidad de Dios - Ejemplos
 
    La fidelidad de Dios es completamente evidente en Su relación con el pueblo hebreo/judío. Dios hizo un pacto de tierra con Abraham (patriarca de muchas naciones) y nunca ha rescindido lo que prometió. Aunque el pueblo judío ha sido dispersado por todo el mundo, Dios prometió que volverían a la tierra que Él le prometió a Abraham, Isaac, Jacob, y a todos sus descendientes (Zacarías 8:7-8).

   Entre las promesas cumplidas de Dios encontramos que el pueblo de Israel volvería a ser una nación en la tierra que Él dice que les pertenece. Esta profecía, hecha en el Antiguo Testamento, fue cumplida en mayo de 1948. Desde entonces, el pueblo judío ha estado regresando a casa.

    Más ejemplos de la fidelidad de Dios en mantener Sus pactos con otros pueden encontrarse en los siguientes versículos:

   Con Noé (Dios salvará a Noé y a su familia) - Génesis 6: 17-18; 9:9-17
    Con Ismael (Dios bendecirá a Ismael y a sus descendientes) - Génesis 17:18-20
    Con Moisés (Dios salvará a los israelitas si obedecen) – Éxodo 19:5
    Con Jacob (Dios reafirma el pacto eterno con Israel) Salmo 105:10

     Literalmente, hay docenas más de escrituras acerca de la fidelidad de Dios. Sin embargo, ninguna puede ser más transformadora para nuestras vidas que aquellas que declaran Su perdón de nuestros pecados. Hay muchas profecías del Antiguo Testamento que prometen el advenimiento de un Mesías o Salvador. La promesa fiel de Dios fue cumplida en el Nuevo Testamento cuando envió a Jesús a pagar por nuestros pecados. Sin importar los pecados que hayamos cometido, sin importar lo "malos" que seamos, Dios es fiel para perdonarnos si aceptamos a Jesús y nos arrepentimos de nuestros pecados.

    Dios envió a Su Hijo, (Mateo 1:21-22) por medio de Él tenemos vida eterna – Juan 3:16
    Cristo murió para pagar por nuestros pecados – 1ra de Tesalonicenses 5:9-10
    Dios promete quitar nuestros pecados – Romanos 11:25-27
    Dios ordenó a Jesús, el autor de la salvación eterna, por ser obediente – Hebreos 5:5-10
    Dios echará nuestro pecado en las profundidades del mar (para nunca más recordarlo) - Miqueas 7:18-19

Fidelidad de Dios - Las Promesas
Dios es tan fiel que cualquiera que le busca lo puede encontrar. La fe es un regalo, pero inclusive un regalo debe ser abierto para poder disfrutarlo. A medida que ponemos en práctica nuestra fe, comenzamos a darnos cuenta cada vez más de la fidelidad de Dios para con nosotros.

    Primera de Corintios 1:9 - “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.”
    Primera de Corintios 10:13 - “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana. Pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar."
    Segunda de Tesalonicenses 3:3 - "Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal."

    En Primera de Juan 1:9 se nos dice: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” Con total certeza, podemos tener la confianza de que Dios nos perdonará. Sin la capacidad para hacerlo, no sería Dios. Él es el único Dios verdadero (Juan 17:3) y los dioses de ninguna otra religión prometen esto. Ya que Él ha hecho esta promesa, y sabemos que no puede romper Su palabra, sabemos que esto iría en contra de Su naturaleza y que Él no puede mentir (Números 23:19). Nuestro Dios es un Dios fiel, y no existe ningún otro que puede hacer todo lo que Él puede hacer y ha hecho
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EL PERDÓN

SALMISTA Y ADORADOR: WILVER SANTOYO
     El perdón no es un simple mecanismo para liberar de culpa a quien nos ofendió, el perdón es un mecanismo para que yo sea libre de la amargura que dejó esa acción en mi corazón. Yo puedo decidir perdonar a alguien, que no está arrepentido de verdad de haberme dañado, por que mi intención al perdonar, no es que esa persona quede libre de culpa, si no que yo quede libre en mi interior, que yo tenga paz, que yo pueda vivr bien, que haya desatado la amarra que me tenía detenido en el puerto.
    Es muy importante saber, que el perdón no exime de culpa al ofensor, sino que libera al ofendido. Usted y yo necesitamos decidir perdonar, para ser libres de las heridas del alma.

    He escuchado muchas veces la frase: "yo perdono, pero no olvido", y pensamos seriamente que si no olvidamos, es debido principalmente a que realmente no hemos olvidado, pero esto también es un error, el perdón no implica nunca que olvidemos todo, el perdón no produce amnesia, no es indispensable que olvidemos para perdonar, puedo perdonar y estar consciente del daño que se me hizo, pero he decidido que ya no me va a afectar nunca más en mi vida.

    Hay un punto muy importante es que podemos decidir perdonar, tomamos la decisión de ya no traer al presente las cosas pasadas, incluso nos mantenemos firmes en la decisión de no criticar, ni agredir a la persona que nos ofendió. Sin embargo, no podemos decidir dejar de sentir. Si usted quiere de verdad, que se vaya lejos lo que siente, no depende exclusivamente de usted, pero no es imposible dejar de sentir.

     Cuando usted decida perdonar de una vez a alguien, es indispensable que lo confiese con su boca, no piense en el perdón, hable el perdón, no importa que usted esté sólo, quizás va en su cómodo automóvil escuchando música y piense: "si yo necesito perdonar, yo debo perdonar, yo quiero ser libre de la culpa que otra persona me hizo a mí en su momento", pero no es suficiente que usted lo piense, hay que confesarlo con su boca, aunque usted esté sólo en un lugar, que salga de su boca libremente, hay una marcada diferencia inmensa entre pensarlo y hablarlo; con nuestra boca tenemos el poder para la vida y poder para la muerte, poder para atar y poder para desatar. ¡Confiéselo!, cuando lo hablan, sienta esa libertad, ese peso extra que se va, tal vez acompañado de lágrimas, tal vez acompañado de tristeza y de llanto, pero finalmente un ser libre.

     Los pasos principales para perdonar a alguien son los siguientes, a saber:

a.. Identifique plenamente la herida específica que le hicieron, y la persona que se lo hizo.
b.. Decida perdonarla a pesar de lo que siente en su corazón.
c.. Confiese con su boca ese perdón aunque usted esté sólo, no tiene que ir a decírselo a aquella persona; lo puede hacer usted en la privacidad donde se encuentre en ese momento.
d.. Yo podría ir y decirle a alguien: "te perdono por esto y aquello", y aquella persona decir: "pues mira si te lo puedo volver a hacer lo repito otra vez".

     
      e.. Recuerde que el perdón no es para liberar de culpa al otro, sino para que yo sea libre de las heridas del alma.
f.. Acérquese a Dios y dígale desde el fondo de su alma: "Señor, yo decido perdonar, quítame lo que siento, borra de mi corazón estas heridas, dame un corazón nuevo, te entrego el mío, ven a mi vida Jesucristo a ti te lastimaron profundamente, a ti te dañaron y te atreviste a decir a tu padre: "perdónalos por que no saben lo que hacen", ¡Señor, yo te digo hoy perdona a tal persona, por que me lastimó profundamente, y llévate de mi corazón este amargo sentimiento!, "yo hago mi parte, tu haz la tuya".

    También nosotros hemos lastimado a mucha gente, con intención ó sin ella, hemos herido profundamente el alma de nuestros seres queridos; hay que pedirles perdón. Las situaciones que recordamos en las que estamos conscientes que los hemos ofendido, necesitamos anotarlas, y debemos decirles: "perdóname".

    Si usted no puede ir haga uso de una llamada telefónica, de una carta, de un correo electrónico ó de una tarjeta de disculpa, y dígale desde dentro de su corazón: "yo te lastimé en aquella ocasión, con esto y con está otra situación, te pido de corazón que me perdones", si la persona lo perdona ó no ese no es problema suyo, usted ya es libre de ese nudo, que lo tenía amarrado en su corazón. Usted y yo no podemos decidir que los demás desaten sus propios nudos.

    El perdón es un mecanismo para que nuestro corazón sane de las heridas, para que nuestra alma brille, para que nuestra vida vaya en aumento, para que usted y yo podamos desarrollar este potencial que poseemos y que nadie nos puede quitar nunca.
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febrero 08, 2015

¡LA GRACIA! QUE ES Y COMO CRECER EN ELLA

Como usted quizás sepa, hoy nosotros vivimos bajo el pacto de la Gracia. Este bello sistema que Dios preparó de antemano para nosotros los que creemos en Cristo. Sin embargo no ha sido sin dificultades que se ha venido predicando el evangelio de la Gracia. Sí, porque eso es el evangelio, "La Gracia de Dios". En este estudio veremos lo que es la Gracia, los problemas de la Gracia y cómo podemos vivir y crecer en la Gracia.
Salmista y Adorador: Wilver Santoyo
Que no es la Gracia
Para poder entender lo que sí es la Gracia, tenemos que comenzar hablando acerca de lo que no es Gracia, y que mejor que hablar del Pacto de la Ley para entender el concepto.

1. La Ley:
Antes que viniera la Gracia existió la Ley. La Ley era un pacto de obras. La Biblia dice que bajo el pacto de la Ley el perdón y la salvación se obtenian por medio de las obras, aunque esto era imposible y a no ser por la gracia de Dios aun bajo la ley, nadie hubiera sido salvo.  La ley decia. si obedecias recibias recompensa (bendición), pero si desobedecias recibías castigo(maldición). Asi que como nadie podia guardar la Ley, todos estaban en maldición. Nadie podia vivir bajo la ley porque nadie podia guardar u obedecer la ley en su totalidad. Si guardabas toda la Ley pero fallabas en una cosa, te hacias culpable de toda la Ley. En contraste la Gracia no es un pacto de obras sino de fe como veremos mas adelante.

2. Las limitaciones de la Ley:

a. No puede justificar (Galatas 2:16; 3:11)
b. No puede dar vida (Galatas 3:21)
c. No puede dar el Espiritu Santo (Galatas 3:2, 14)
d. No puede dar espiritualidad (Galatas 3:21; 5:5; Romanos 8:3)
e. No puede perfeccionar o permanente lidiar con el pecado (Hebreos 7:19)

Lo que puede hacer la Ley:

a. Trae maldición (Galatas 3:10-12)
b. Trae muerte, mata (II Corintios 3:6-7; Romanos 7:9-10)
c. Trae condenación (II Corinitios 3:9)
d. Hace que el pecado sea revelado (Romanos 7:7-13)
e. Declara el hombre culpable (Romanos 3:19)
f. Mantiene al hombre atado al pecado y la muerte (Galatas 4:3-5, 9, 24; Romanos 7:10-14; Romanos 3:23-(El hombre en pecado no puede cumplir la ley porque esta lo condena).

Propósito de la Ley:

a. Proveer una patrón de Justicia y rectitud (Deut. 4:8; Salmo 19:7-9)
b. Revela la santidad y la bondad de Dios (Deute.4:8; Rom. 7:12-14)
c. Identificar el pecado y revelar al hombre su condición (Rom. 19f; 7:7-8; 5:20; Galatas 3:19)
d. Llevarnos a Cristo (Galatas 3:24)

Que es la Gracia
La gracia podemos definirla como el acto miseridordioso de Dios por el cual ofrece salvación y vida eterna a todos los pecadores que ponen su fe en Cristo para ser salvos. Creo que donde mejor podemos ver el mensaje de la Gracia es en las palabras de Jesús cuando dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16.
En el libro de Efesios 2 el apóstol Pablo nos habla acerca de esta Gracia tan poderosa que hemos recibido de parte de Dios y que nos da la salvación. "Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se glorie" (Efesios 2:8-9).
Cuando leemos los versos anteriores, podemos entender que la Gracia es el despliegue de Amor, Misericordia y de Perdón de Dios hacia una humanidad que no se lo merecia. Pues Dios ofreció su perdón aún "cuando estabamos en muertos en delitos y pecados"(Efesios 2:1,5).

El mensaje es claro:

a. Dios ama al mundo pecador
b. Dios da un medio de Salvación (Jesus)- (Todos los hombres- Tito 2:11)
c. El pecador cree (Juan 3:16; Romanos 10:10)
d. Se recibe salvación (Vida Eterna- Juan 3:16).

La Gracia es:

e. "la Justicia de Dios" (Romanos 3:21-26)
f. "La Ley del Espiritu Santo; Guianza del Espiritu Santo" (Romanos 8:1-2; Galatas )
g. "La Ley de Cristo" (I Corintios 9:21; Explicita: Galatas 5:14; Mateo 7:12; 22:40; Stgo 2:8)
h. "Libertad en Cristo" (Galatas 2:4; 5:1, 13)
i. "El pacto de la libertad" (Galatas 4:22-26)

La gracia de Dios se ha manifestado universalmente para todo el mundo, pero también individualmente para cada uno. Dios trata con las personas a un nivel general o global pero tambien a un nivel personal.

El problema de la Gracia:

Desde los tiempos de la iglesia primitiva ha existido problema con el Evangelio de la Gracia. En aquel tiempo, muchos judaizantes querian seguir viviendo bajo los preceptos de la ley, pues no habian entendido el verdadero significado de la Gracia. Lo peor del caso era que tambien querian hacer que los gentiles que ponian su fe en Cristo, guardaran tambien la Ley de Moises como ellos. A ellos no se les hacia muy dificil entender que eran libres en Cristo. Estaban tan acostumbrados a tratar de recibir la justificación por medio de las obras que les parecía imposible el que ahora con el simple hecho de haber creído en Jesús recibieran completa justificación.
En Hechos 15 se tuvo que llevar a cabo en Jerusalem el primer concilio de la Iglesia Cristiana para resolver el problema de los judaizantes que querian seguir imponiendo cargas a los nuevos creyentes en Cristo que eran de decendencia gentil. El Espiritu Santo guió a los apostoles a ordenar a los gentiles que no tenian que guardar la ley.
Hoy en dia el concepto de la Gracia es para algunos dificil de entender porque tambien piensan que tienen que hacer algo ademas de creer para poder salvarse. Cuando no se entiende el verdadero concepto de la Gracia, el hombre en su mente humana siempre tratará de ayudarse en su salvación por medio de obras. Algunos todavía creen y enseñan que aunque la Ley pasó, todavia existen aspectos de la ley que se deben de guardar y hasta piensan que ofenden a Dios y pierden su salvación si no lo hacen.
El espiritu legalista sigue vivo aún en muchas formas distintas en algunos grupos de cristianos en este tiempo. La religiosidad les atrae, se piensa que si no hay procesiones, ritos y obras distintas, no es posible que haya salvación o relación con Dios. El apóstol Pablo nos habla en contra de dejar la Gracia y volvernos a los debiles y pobres rudimentos que esclavizan, guardando dias, meses, tiempos y los años. (Galatas 4:8-11)
Algunas iglesias han sabatizado el domingo, se añaden ritos como el bautismo, a misa, la confesión a hombres que se hacen mediadores hacia Dios, la penitencia y los sacramentos como requerimientos y parte de la salvación. Algunos llamados evangelicos tambien tienen tendencias legalistas o tradicionalistas, por eso usan vasos de agua,   ordenan ayunos forzados, toman el tiempo a los que oran y de estas maneras piensan que aseguran su salvación.  El Apóstol llamó esta serie de prácticas y rudimentos del mundo: "tienen a la verdad cierta reputación de sabiduria en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne" (Colosenses 2:23)
Cuando no se tiene un conocimiento pleno acerca de lo que la Gracia representa y loque en realidad es en verdad para el creyente que esta en Cristo, se tratará de añadir otras formas de tradiciones para hacer su religión mas completa. Sin embargo la Gracia de Dios es completa, y tiene grandes bendiciones las cuales veremos mas adelante:

Los Beneficios de la Gracia:
La gracia trae consigo beneficios, bendiciones y promesas que nunca antes existieron.

nunca antes existieron.

10. Es un mejor Pacto (Hebreos)
11. Nos salva (Tito 2:10; 3:4-7)
12. Nos da vida Eterna (Juan 3:16)
13. Nos declara justos (Romanos 5:17; I Pedro 5:12)
14. Nos hace santos (Hebreo 10:14)
15. Nos perfecciona (Hebreos 10:1, 14)
16. Nos da mejores promesas (Hebreos)
17. Nos capacita (Tito 2:11-12)

 Para rechazar la impiedad y los deseos mundanos
 Vivir sobriamente - Para nosotros mismos
 Vivir justamente - Para con nuestros semejantes
 Vivir piadosamente - Para con Dios
 Para servir a Dios- (I Corintios 15: 9-10; Efesios 3:8; 4:7)

2. Nos da la promesa del Espiritu Santo. (Galatas 3:2)
3. Nos da la unción del Espiritu Santo (I Juan 2:20; II Corintios 1:21)
4. Nos da dones (I Corintios 12; Romanos 12:3-8)
5. Nos da la seguridad de la salvación (Efesios 1:3-14)
6. Recibimos la plenitud de Dios (Juan 1:16-17)

VII.    Viviendo y creciendo en la Gracia:

La única manera de llegar a recibir la Gracia de Dios es através de la Fe. (Romanos 4:5, 16; 5:1-2)
1. Permaneciendo Firmes y no volver al sistema de obras (Galatas 5:1)
2. No usando la libertad como libertinaje para pecar. (Galatas 5:13)
3. Amando a nuestro prójimo (Galatas 5:14)
4. Siendo controlados por el Espiritu Santo, no por la carne.(Galatas 5:16; Efesios 4:18)
5. No dando lugar a la vanagloria (Galatas 5:26)
6. Restaurando al caído (Galatas 6:1)
7. Sobrellevando las cargas de los otros (Galatas 6:2, 3)
8. Sometiendo a prueba y llevando nuestra propia carga.(Galatas 6:4-5)
9. Compartiendo con los demás (Galatas 6:6)
10.. No cansarnos de hacer el bien (Galatas 6:9-10)
11.. No despreciando a Cristo (Hebreos
12.. No dejando de congregarnos (Hebreos 10:25)
13.. No recibiendo la Gracia en vano (II Corintios 6;1; 12:9)
14.. Confiando en la obra Cristo.



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LA MISERICORDIA DEL SEÑOR

La misericordia del Señor es un tema muy hablado en la Palabra de Dios. La palabra “misericordia” aparece ahí más de 250 veces y hoy le daremos un vistazo a algunas de esas apariciones. 
 
ADORADOR Y SALMISTA: WILVER SANTOYO

 
1.Misericordia: ¿Qué es?
Para entender lo que es misericordia, empezaremos en Lucas 10:30-37. Ahí, Jesús usa una parábola para responder una pregunta de un abogado sobre quién es su vecino:
 
Lucas 10:30-37
“Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.”
 
En comparación con el sacerdote y el levita, el samaritano se negó a ser indiferente al viajero medio muerto. Más bien, le tuvo compasión; le mostró misericordia y le ayudó. Por lo cual, misericordia es tener compasión de alguien; ayudar por amor sin esperar algo a cambio. Y el Señor es rico en esto. Como en Efesios 2 característicamente dice:
 
Efesios 2:4-6
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”
 
Lo que nos dio salvación no fue nuestro valor ni lo que pudimos haber hecho sino la gracia, amor y misericordia de Dios. Como aquel al que los ladrones dejaron medio muerto, así estábamos nosotros muertos en iniquidades. La religión, filosofía y todo eso no pueden ayudarnos. Se pasaron de largo así como el levita y el sacerdote. Sin embargo, el Señor “QUIÉN ES RICO EN MISERICORDIA, POR SU GRAN AMOR CON EL CUAL NOS HA AMADO, INCLUSO CUANDO ESTÁBAMOS MUERTOS EN INIQUIDADES, NOS VIVIFICÓ JUNTAMENTE CON CRISTO” extendió Su mano y “Nos liberó del poder de la oscuridad y nos trasladó al reino de Su amado Hijo” (Colosenses 1:12-13). Como 1 Pedro 1:3 dice:
 
1 Pedro 1:3
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”.
 
Y Romanos 5:8
“Mas Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
 
Estábamos muertos. Él estaba lleno de amor, misericordia y compasión. Extendió Su mano y nos vivificó. A pesar de ser indignos nos hizo dignos. Aunque éramos pecadores, nos hizo justos. Aunque éramos sus enemigos nos reconcilió con Él. Aunque estábamos en el reino de oscuridad, nos trasladó al reino de Su amado Hijo. Ciertamente, qué grande es SU gracia, amor, y misericordia para cada uno de nosotros en lo personal.
 
2. “Vasos de misericordia”
Continuando con el mismo tema, vamos a Romanos 9. Ahí en los versos 15-16 leemos:
 
Romanos 9:15-16
“Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”.
 
En otras palabras, no es qué tanto corramos. No tiene que ver con nuestro poder ni esfuerzos, sino más bien con la misericordia de Dios. Sin Su misericordia, no podemos hacer nada por nosotros mismos (Juan 5:30, 15:5).
Continuando, Romanos 9:22-24 dice:
 
“¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio Su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de Su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que Él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?”.
 
Aunque ahí hay vasos de ira, no somos parte de ellos. De lo contrario, somos vasos de misericordia que Dios preparó de antemano para conocer las riquezas de Su gloria. ¡NOS PREPARÓ PARA GLORIA! Su misericordia es de generación en generación. Como Lucas 1:50 dice:
 
Lucas 1:50
“Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen”.
 
Y como Salmos 25:10 dice:
“Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios”.
 
Continuando en Salmos y el tema de misericordia, a continuación damos más referencias características:
 
Salmos 33:18
“He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en Su misericordia”.
 
Salmos 32:10
“Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia”.
 
Salmos 33:5
“El ama justicia y juicio; De la misericordia de Jehová está llena la tierra”.
 
Salmos 36:7-10
“¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! ¡Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas! Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz. Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón”.
 
Salmos 57:10
“Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad”.
 
Salmos 63:10
“tu misericordia es mejor que la vida”
 
Salmos 69:16
“Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; Mírame conforme a la multitud de tus piedades”.
 
Salmos 86:15
“Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad”,
 
Salmos 103:13,17
“Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos”.
 
Salmos 89:14
“Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; Misericordia y verdad van delante de tu rostro”.
 
Salmos 103:11
“Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen”.
 
Salmos 103:1-4
“Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias”.
 
Salmos 118:1
“Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia”.
 
Aunque hay muchas más referencias de la misericordia del Señor, resumiendo lo que hemos visto hasta ahora:
- Dios es rico en misericordia, y nos ha engendrado de nuevo de acuerdo a su abundante misericordia.
- Todos sus caminos son misericordia y verdad y van ante Él.
- Toda la tierra está llena de Su misericordia. Su misericordia permanece de generación en generación a aquellos que le temen.
- Su ojo está en aquellos que confían en su misericordia y su misericordia los rodea.
- Su misericordia es buena y preciosa. Es mejor que la vida.
- Como un padre se apiada de sus hijos, así el Señor se apiada de los que le temen.
- Su misericordia sobre nosotros es tan grande como la distancia entre el cielo y la tierra nos corona de misericordia.
- Somos vasos de misericordia, preparados por Él para gloria.
 
3. Más ejemplos de la misericordia del Señor.
Continuando, veremos más ejemplos de la misericordia del Señor así como vienen en la Biblia. De tal manera era la misericordia del Señor sobre Abraham, que llevó a su siervo en la tierra de sus ancestros para encontrarle una esposa a Isaac. Después de todo lo que está registrado en Génesis 24:1-25 y después de encontrarse con Rebeca la futura esposa de Isaac, el siervo:
 
“El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová, y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo.”
 
Era la misericordia del Señor la que salvó a Lot y a su familia de la destrucción de Sodoma:
 
Génesis 19:17-19
“Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos. He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera”.
 
Fue la gracia del Señor y su misericordia la que sostuvo a José durante los primeros años difíciles en Egipto:
 
Génesis 39:21
“Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel”.
 
A pesar de las dificultades, que todas estaban en el plan del Señor, el Señor estaba con José y le mostró su misericordia.
 
4.“Acerquémonos pues confiadamente…”
La misericordia del Señor no es algo que se da con medida. No es algo que el Señor da a veces. No nos muestra su misericordia periódicamente sino permanentemente. ES UNA CARACTERÍSTICA DE SU MISMA NATURALEZA. Como Él nos aconseja en Hebreos 4:
 
Hebreos 4:14-16
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro".
 
Necesitamos misericordia. No hay nadie que no la necesite. Por lo cual, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir lo que necesitamos. Abramos nuestros corazones a Dios. Pidamos Su misericordia y compasión sobre nosotros, como David lo hizo en respectivas situaciones:
 
Salmos 4:1
“Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y oye mi oración”.
 
Salmos 6:2
“Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen”.
 
Salmos 9:13
“Ten misericordia de mí, Jehová; Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte”.
 
Salmos 25:16
“Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido”.
 
Salmos 30:10
“Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador
 
Salmos 31:9
“Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; Se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo”.
 
Salmos 51:1
“Escucha, oh Jehová, mis palabras; Considera mi gemir”.
 
Salmos 86:16
“Mírame, y ten misericordia de mí; Da tu poder a tu siervo, guarda al hijo de tu sierva”
 
Salmo 123
“A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros, Porque estamos muy hastiados de menosprecio. Hastiada está nuestra alma Del escarnio de los que están en holgura, Y del menosprecio de los soberbios.”
 
Ninguno de aquellos que buscaron la misericordia del Señor se fueron con las manos vacías:
 
Los dos hombres ciegos
Mateo 9:27-31
“Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! 28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.”
 
La mujer de Canaán
Mateo 15:22-28
“Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”
 
Mateo 17:15, 18
“Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora”.
 
Otros dos hombres ciegos
Mateo 20:30-34
“Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron”
 
5. Conclusión
La misericordia y la compasión del Señor para sus hijos realmente no tienen medida, como la distancia entre el cielo y la tierra. Somos vasos de misericordia, vasos preparados por Él para gloria. Él nos ha rodeado con su amor y compasión. Es rico en misericordia. Para reiterar la invitación de Hebreos 4:
 
Hebreos 4:16
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.

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